Desde la apertura del mercado del suministro energético en la UE, como consumidor de energía tiene derecho a:
- Conexión a la red eléctrica y utilización del suministro.
- Información clara sobre su contrato, sobre ofertas más interesantes y sobre cómo controlar su consumo.
- Ayuda en caso de problemas.
En la UE puede elegir el proveedor que quiera entre todos los proveedores de electricidad o gas que ofrezcan sus servicios en su zona.
Puede elegir un proveedor de electricidad o de gas registrado en otro Estado miembro, siempre que ofrezca servicios en su zona y quiera formalizar un contrato con usted.
Debe distinguir entre el proveedor y el gestor de red. Puede elegir el proveedor pero no el gestor de red de su zona. El gestor de red no puede ofrecer él mismo servicios de suministro de energía. A veces forma parte de una empresa más amplia que también suministra energía. Pero en ese caso, el gestor de red debe tener una identidad visual aparte para no crear confusión con la empresa suministradora.
Si decide cambiar de proveedor de gas o electricidad, no se le cobrará nada por el cambio. El gestor de red de su zona debe efectuar el cambio en un plazo de tres semanas siempre que se respeten las condiciones del contrato inicial (por ejemplo, el plazo de preaviso o la duración mínima del contrato). Los proveedores no pueden imponer obligaciones desproporcionadas que impidan a los consumidores efectuar el cambio.
Seis semanas después del cambio como máximo debe recibir la factura o declaración final de cierre de su proveedor anterior.
Si está en situación de vulnerabilidad (por ejemplo, si no tiene la infraestructura adecuada o no puede pagar las facturas de energía) no se le puede desconectar de la red eléctrica y puede tener derecho a que le garanticen el suministro de electricidad necesario. El punto de contacto único en el país en el que vive le explicará si tiene ese derecho y a qué medidas puede acogerse.
Tiene derecho a desistir de un nuevo contrato en un plazo de catorce días si se ha celebrado fuera de las oficinas del proveedor, por internet o por teléfono.
Puede presentar una reclamación a su proveedor de gas o electricidad, que debe informarle sobre cómo presentar una reclamación.
Con ello debería poder resolver su problema rápidamente y obtener un reembolso o indemnización si están justificados.
En caso de que no atiendan su reclamación satisfactoriamente, podrá ponerse en contacto con su Centro Europeo del Consumidor de referencia para tratar de obtener una resolución extrajudicial. Esta vía no limitará su derecho de llevar el asunto ante un tribunal.
Tiene derecho a acceder a sus datos de consumo de manera gratuita. Puede pedir al administrador de datos (por ejemplo, el proveedor o el gestor de red) que facilite tales datos a otros proveedores de electricidad o de gas sin que ello le suponga costes adicionales.
En caso de una nueva conexión en un edificio (por ejemplo, si se hace una renovación importante), tiene derecho a un contador individual de electricidad y gas preciso y a un precio competitivo (y lo mismo si se trata de calefacción, refrigeración o agua caliente central). En los demás casos tiene también derecho a un contador individual y preciso a un precio competitivo, a menos que se hayan determinado a nivel nacional obstáculos técnicos o financieros.
Si dispone de un contador inteligente, debe poder acceder, de forma sencilla y gratuita y en el marco de su contrato de suministro, a una información detallada de su consumo de energía durante al menos los dos años anteriores.
Las facturas de gas y electricidad deben basarse en la energía que consume realmente y las deben enviar con la frecuencia suficiente para que pueda controlar cuánta energía consume.
Las facturas deben ser claras y presentar información útil y deben permitirle:
- Entender fácilmente lo que está pagando por la energía que consume.
- Comparar ofertas de distintos proveedores de energía de manera que pueda cambiar de proveedor si lo desea.
Tiene derecho a que le informen adecuadamente de la energía que consume y de la manera de consumirla con más eficiencia.
Las facturas, contratos, transacciones y recibos deben indicar claramente (a menos que las autoridades nacionales no lo estimen procedente):
- Los precios reales y la energía consumida.
- Una comparación con la cantidad de energía utilizada en el mismo periodo del año anterior.
- A quién recurrir para saber cómo ahorrar energía (por ejemplo, organizaciones de consumidores, agencias de energía u organismos similares, incluidas las direcciones de internet) y, cuando sea posible, comparaciones con clientes similares.