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Everything you need to know if you have paid online and have been the victim of a fraudulent website

In the case of fraud, it is the responsibility of the State Security Forces and Corps, as well as the Judges and Courts of Justice to investigate and resolve the facts.
Todo lo que debes saber si has pagado online y has sido víctima de una web fraudulenta

Con el inicio de la vuelta al Cole, muchas familias puede que se estén planteando realizar las compras del nuevo curso escolar aprovechando las ventajas y comodidades que ofrece el comercio online. Pero antes de introducir los datos bancarios y aceptar la compra, desde Banco de España hacen un llamamiento para extremar las precauciones con el fin de que las personas consumidoras no acaben siendo víctimas de páginas web fraudulentas. En este sentido, advierte que, si se ha autorizado el pago de una compra con una tarjeta de débito o crédito en una web fraudulenta, en estos casos, las entidades bancarias son ajenas a cualquier tipo de engaño que se pueda sufrir durante la operación.

Tal y como explica Banco de España, las operaciones realizadas con la tarjeta son mandatos de pago irrevocables. Esto último supone que, al igual que sucede con las transferencias, las entidades no están facultadas para realizar una devolución del importe pagado sin el consentimiento del beneficiario.

Por lo tanto, si se solicita la devolución del cargo de tarjeta al banco, la responsabilidad de la entidad bancaria se limitará a la gestión diligente de la reclamación ante la sociedad propietaria del sistema (VISA, MasterCard,…) para la comprobación de la autenticación de la operación. De este modo, si el consumidor autorizó el pago de buena fe, lo normal es que se ponga de manifiesto su conformidad, y entonces la única forma de conseguir la devolución de lo que ha pagado sería el consentimiento del beneficiario, lo que no parece muy probable que ocurra en caso de fraude.

Por eso es importante evitar caer en la trampa, extremar las precauciones al realizar compras en páginas no conocidas o en algunas plataformas de compraventa que no ofrezcan garantías ya que pueden ser utilizadas por los estafadores. Además, hay que recordar que los casos de fraude llevados a cabo por presuntos delincuentes o redes organizadas no son un asunto propiamente de consumo, sino presuntas estafas tipificadas dentro de lo penal, por lo que corresponde a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como a Jueces y Tribunales de Justicia investigar y resolver los hechos. En estos casos, deben guardarse siempre los justificantes de pagos, teléfonos de contacto, correos electrónicos o cualquier otro justificante que pueda contribuir a perseguir el delito.

Recomendaciones reconocer posibles fraudes

  • Identificar al vendedor. Contrastar al máximo la identidad e historial del vendedor. Para ello, pueden consultarse foros y opiniones. Si no se encuentran datos de contacto o son dudosos, hay que pensárselo dos veces antes de pagar.
  • Comprobar el historial, reseñas o valoraciones online.
  • Utilizar medios de pago seguros. Los bancos y las entidades de pago por intermediación en Internet ofrecen herramientas que minimizan el riesgo. Nunca debe pagarse a través de empresas de envío de remesas de dinero. Si es posible, utilizar una tarjeta de crédito ya que tendrá la posibilidad de devolver un cobro indebido. En caso de que se indique una forma de pago desconocida, hay que informarse de su funcionamiento y riesgos.
  • Buscar sellos de confianza y conexiones seguras de Internet. Enviar información solo a través de páginas web con conexión segura, es decir, aquellas que empiezan por https.
  • Usar el sentido común. Desconfiar de ofertas demasiado buenas para ser verdad. Usar la lógica evita, en muchos casos, algunos contratiempos.
  • En las compras entre particulares, no se aconseja el pago por transferencia bancaria al no garantizar la recepción de la mercancía. Se debe desconfiar si el vendedor solicita que se pague con la opción “Enviar dinero a amigos o familiares” de Paypal con la excusa de ahorrarse la comisión. No deben facilitarse datos personales como la dirección, DNI, o los datos bancarios como el número de la tarjeta. Hay que desconfiar si se pide el número de teléfono para seguir hablando por mensajería instantánea. En su lugar, debe usarse el chat interno de la aplicación. Las faltas de ortografía o si se mete prisa para finalizar la transacción, son otros motivos para desconfiar. Si un consumidor pone a la venta un producto y otro le ofrece más dinero del que pide, seguramente es una estafa. Se recomienda que la entrega y el pago se hagan en mano y quedar en un lugar público concurrido y a plena luz del día.

Folleto: Fraudes y estafas comerciales

Fuente de la información: Banco de España

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